Reseñas

28 de Julio de 1960

28 de Julio de 1960

Rehabilitación del muelle carguero en Lechagua

A continuación damos a la publicidad el trabajo presentado en la Asamblea Provincial celebrada el 29 de Junio pasado sobre el temario “Puerto para Ancud” cuyo relator, como se dijo en aquella oportunidad, fue el Director de este Diario.
El trabajo en referencia mereció la aprobación de la Asamblea y fue del tenor siguiente:
Rehabilitación de Muelle Carguero en Lechagua
En repetidas oportunidades, Ancud ha solicitado del Supremo Gobierno la reconstrucción del “muelle” que permita el atraque de naves de cualquier calado. Y ahora, que el sismo – maremoto prácticamente barrió con el muelle de pasajeros que se levantaba frente a calle Prat espera la “justicia” por que tantas veces ha reclamado.
Para tal petición, la ciudadanía toda de la Capital de la Provincia de Chiloé aduce razones como las siguientes solicitando no la reparación del muelle de calle Prat, sin un carguero en Lechagua u otro lugar más apropiad, si así lo consideraran los técnicos.

Ubicación

Como acabamos de decir, en Ancud no existe el ánimo de que sea ubicado el muelle carguero, precisamente en Lechagua, sino en cualquier otro lugar con mejores condiciones que el señalado, en caso de que se hallara.
Sin embargo, al hablar de Lechagua, (a siete kilómetros de la ciudad), asiste la razón de que Técnicos del Ministerio de Vías y Obras Publicas, que realizaron estudios en los últimos meses del año 1955, ese lugar lo estimaron como el más apropiado.
Por otra parte, hombres entendidos en la materia estiman que existe una corriente marina entre Punta Agüi y Lechagua, la cual no permite el estancamiento del mencionado posible puerto.

Profundidad

Los estudios realizados por técnicos en 1955 dieron como resultado, en la baja marea, que en Lechagua a 40metros de tierra, había una profundidad de 9 metros; y a 80, se registraba 13 de profundidad.
Ahora bien, si con el sismo del22 de mayo recién pasado, la tierra bajó un metro sesenta, habrá que añadir, también 1,60 metros más a las profundidades ya expresadas.
Guarecido de Vientos
El sitio en cuestión está resguardado de todos los vientos reinantes, pues el único que podría serle perjudicial seria el del Este, que no es común en la zona. Corrobora esta afirmación el hecho de que Lechagua sea el lugar preferido de barcos para capear temporales antes de su entrada al Océano, cuando amenaza el mal tiempo.
En la Ruta
El puerto de Ancud es paso obligado de los buques que entran a los canales o salen de ellos, como de los que hacen la travesía por alta mar pues todos pasan frente a los faros de Corona y Agüi, distantes unas tres millas de Ancud.
Abaratamiento de Mercaderías
Sabido es que al no recalar los barcos en Ancud, por falta de un muelle carguero, las mercaderías consignadas a esta ciudad y alrededores deben ser desembarcadas, generalmente, en P.Montt, aparte de un nuevo embarque y un nuevo flete en otro buque o lanchas de menor tonelaje, para el regreso de las mercaderías al puerto de Ancud, por donde antes pasaron. Esto, a más del retraso y encarecimiento que significa, es causa de numerosos deterioros y pérdidas de tales artículos.
Materiales para reconstruir la zona devastada
El hecho de que Ancud no cuente con un muelle carguero es un serio obstáculo para su reconstrucción, pues como se sabe, la destrucción del puente Pudeto impide traer materiales por tierra, ya que la travesía de Chacao viene a quedar en segundo término, si se compara con la navegación en el Pudeto, que representa unos siete kilómetros rio arriba.
Tampoco puede pensarse en traer tales materiales por aire, pues el flete es sumamente caro y la pista de aterrizaje esta prácticamente bajo el agua. EN resumen, el único medio es la vía marítima, la cual sin el muelle carguero, tampoco se puede utilizar en la forma que sería de desear en esta época en que tanto y con tanta razón se valoriza el tiempo.

Movimiento Marítimo

Una de las razones desatinadas que se ha tenido hasta hoy, 29 de junio, para no otorgar fondos para muelle carguero en Ancud ha sido la de que en Ancud no hay movimiento marítimo. Nada más absurdo, puesto que si los barcos no pueden realizar sus faenas de carga y descarga, a ¿qué habrían de pasar a un puerto?
Sería como decir que en tal o cual ciudad no se justifica la construcción de una cancha de aterrizaje, porque no hay movimiento de aviones. ¿Cómo llegarán aviones si no tienen pista de aterrizaje?
Inútil espera
A juicio de connotados capitanes de alta mar, el puerto de Ancud sería de incalculables beneficios para la Marina Mercante, pues en repetidas ocasiones los buques de poca o regular capacidad deben permanecer al ancla frente al puerto de Ancud, durante cuatro, cinco o más horas, esperando mare para cruzar el Canal de Chacao, si ya no han venido disminuyendo su marcha, a fin de llegar oportunamente a la boca de dicho canal.
Durante este tiempo, agregan, podría realizarse faenas de carga y descarga en Ancud, evitando así perdidas por millones de pesos a las compañías navieras por concepto de tales demoras.
Ancud tuvo su muelle carguero
También se dice que el muelle carguero que tuvo Ancud hubo de ser suprimido por falta de movimiento marítimo. Tal razón es completamente falsa. El puerto de Ancud, ubicado en Lechagua, fue suprimido no por falta de movimiento, sino porque en aquel entonces, el único medio de llegar a Lechagua era el del FF.CC., que también corría entre Ancud y Castro, pero como la locomotora al echar chispas, quemaba las casas vecinas, se optó por el medio más fácil, pero también más desatinado: suprimir el tren a Lechagua.
De este modo, como tampoco había carretera, el puerto quedó aislado y, como consecuencia lógica, hubo de morir.
Sobre el movimiento portuario de Ancud, el que conoce la historia de esta ciudad sabe que este ha sido uno de los de mayor importancia a lo largo de toda la costa chilena.
Ancud era el paso obligado de toda clase de buques, así nacionales como extranjeros, que traían y llevaban los productos de toda la región Sur del País.
En consecuencia, la rehabilitación del muelle carguero es necesaria no solo para el progreso de la ciudad y de la provincia de Chiloé, sino también para facilitar la labor de los buques mercantes de diversas compañías navieras que surcan estos mares.
Abel Macias G.